Misión del Madrugador: "Promover e impulsar fraternal y alegremente el vínculo con Dios, Cristo y María, el fortalecimiento y conquista de la santidad de la vida diaria y el empeño apostólico por transformar cristianamente el mundo, como instrumentos marianos, a través de encuentros varoniles de oración y Eucaristía de madrugada en santuarios, ermitas e iglesias".
lunes, marzo 23, 2009
SIGNOS Y GESTOS LITURGICOS
lunes, marzo 02, 2009
COPIAPO, CUARESMA 2009
Cuaresma: Si busco a Dios, es el momento para caminar, para buscarlo, para encontrarlo y purificar el corazón.
La Cuaresma es un camino, y las cenizas sobre nuestras cabezas son el inicio de ese camino. El momento en el cual cada uno de nosotros empieza a entrar en su corazón y comienza a caminar hacia la Pascua, el encuentro pleno con Cristo.
El camino de Cuaresma va a purificar el corazón, quitar de él todo lo que nos aparta de Dios, todo aquello que nos hace más incomprensivos con los demás, quitar todos nuestros miedos y todas las raíces que nos impiden apegarnos a Dios y que nos hacen apegarnos a nosotros mismos.
La Cuaresma es una pregunta que entra en nuestro corazón para cuestionarnos precisamente esto:
¿Estoy buscando a Dios, buscando la gloria humana, estoy buscando la comprensión de los demás?
¿Estoy dispuesto a purificar y cuestionar mi corazón?
¿Estoy dispuesto a encontrarme con Nuestro Padre en mi interior?.
Son días de escucha atenta de la Palabra de Dios que nos vuelve a llamar a un cambio de vida según el Evangelio de Jesús.
Salmo 51(50)
¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas!
Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado
Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre ante mí.
Contra ti, contra ti solo pequé e hice lo que es malo a tus ojos. Por eso, será justa tu sentencia y tu juicio será irreprochable;
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu.
No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación, que tu espíritu generoso me sostenga:
Abre mis labios, Señor, y mi boca proclamará tu alabanza.
ORACIÓN DURANTE LA CUARESMA
Ayúdame a hacer silencio, Señor, quiero escuchar tu voz. Toma mi mano, guíame al desierto, que nos encontremos a solas, tu y yo. Necesito contemplar tu rostro, caminar juntos. Me pongo en tus manos, quiero revisar mi vida, descubrir en qué tengo que cambiar, afianzar lo que anda bien, sorprenderme con lo nuevo que me pides. Ayúdame a dejar a un lado las preocupaciones que llenan mi cabeza, barre mis dudas e inseguridades, ayúdame a archivar mis respuestas hechas, quiero compartir mi vida y revisarla a tu lado. Me tienta la seguridad el "saberlas todas", tenerla "clara", no necesitarte. Me tienta el "hacer" y me olvido del silencio, aflojo en la oración. Me tienta la incoherencia, hablar mucho y hacer poco. Mostrar facha de buen cristiano, pero adentro, tener mucho para cambiar. Me tienta la falta de compro-miso. Es más fácil pasar de largo que bajarse del caballo y hacer la del samaritano. jHay tantos caídos a mi lado, Señor, y yo me hago el distraído!. Me tienta la falta de sensibilidad, no tener compasión, acostumbrarme a que otros sufren y tener excusas, razones, explicaciones... que no tienen nada de Evangelio. Me tienta, Señor, el desaliento, lo difícil que a veces se presentan las cosas. Me tienta la desesperanza. Me tienta el dejarlo para mañana, cuando hay que empezar a cambiar hoy. Me tienta creer que te escucho cuando escucho mi voz.
¡Enséñame a discernir! Dame luz para distinguir tu rostro. Llévame al desierto, Señor, despójame de lo que me ata, sacude mis certezas y pon a prueba mi amor. Para empezar de nuevo, humilde, sencillo, con fuerza y Espíritu, para vivir fiel a Ti. Amén