miércoles, junio 25, 2008

COPIAPO, UNA HISTORIA DE CONSECUENCIA Marguerite Barankitse, la “Loca de Burundi

imageMarguerite Barankitse, la “Loca de Burundi”
Ima Sanchíz
Publicado en Revista Futuros No. 16, 2006 Vol. IV
http://www.revistafuturos.info
Tengo 50 años. Nací tutsi en una aldea de Burundi. No estoy casada, alimento, cuido, educo y hago de mamá de 10.000
niños. Tengo 16 nietos. Vivimos en unas casitas que construí en el terreno que heredé. Mi proyecto se llama Casa Shalom. Mis colegas, médicos, abogados..., son hijos míos que han vuelto de estudiar en Europa


IMA SANCHÍS: ¿Cómo empezó todo?


MARGUERITE BARANKITSE: Antes de que estallara el conflicto entre hutus y tutsis yo ya había adoptado siete niños, cuatro hutus y tres tutsis.
IS: Uff.

MB: Cuando estalló la guerra civil en Burundi nadie quería saber nada de mí, ni siquiera mi familia. Me refugie en el obispado.


IS: ¿Y a cuánta gente recogió por el camino?


MB: A 72 personas, entre ellos 20 intelectuales hutus que no querían participar en las matanzas. Los hutus asesinaron a 60 personas de mi familia, obviamente tutsis.

IS: Empezaron los hutus y se vengaron los tutsis.


MB: A los pocos días, estaba preparando la comida para toda aquella gente cuando vi acercarse un grupo de tutsis, entre ellos algún familiar, así que pensé que no nos harían daño. Pero entraron, me llamaron traidora, me pegaron, me ataron y los mataron uno a uno delante de mí. Cada vez que mataban a uno me agredían, estoy llena de cicatrices.


IS: ¿Y los niños?


MB: Yo tenía 11.000 dólares y le dije a uno de los asaltantes que se los daba si salvaba a 25 niños. Pero entre ellos no estaban mis hijos, y tampoco entre los cadáveres. Estaba perdida, mis propios familiares habían matado a mi gente más querida, les rogué que también me mataran a mí, pero nadie quiso hacerlo. Entonces me fui a la capilla y me puse a gritarle a Dios y a reclamarle a mis hijos.


IS: Qué horror, lo siento.


MB: Pero de repente oí una vocecita: "Mami, mami". Fue como un milagro. Se habían escondido debajo de la sacristía. Enterré los cadáveres, recogí a los 25 niños y huimos.


IS: ¿Lejos del país?


MB: No. Yo tenía el remedio para el futuro: niños hutus y tutsis que se querían y protegían unos a otros. Nos instalamos en casa de unos cooperantes alemanes que habían huido.
Si en la zona de los grandes lagos nos ayudamos todos, no tendremos que ir detrás del dinero de los belgas. Hay que darse cuenta de que el amor es muy creativo.


IS: ¿Y cómo pasó de 32 niños a 10.000?


MB: Empezaron a llegar huérfanos, niños soldados y niños mutilados que nadie quería. En las 40 hectáreas que heredé de mi familia construí casitas para ellos.
Yo no tengo orfanatos, tengo hogares y ellos son mis hijos. Los envío a estudiar al extranjero y luego vuelven y me ayudan. Son médicos, psicólogos, abogados, economistas...


IS: ¿Cómo los alimentaba?


MB: Periodistas alemanes y belgas comenzaron a hacer reportajes sobre la loca de Burundi, que es como me llaman en mi país, y los europeos que había conocido de la universidad me enviaron dinero. Luego vino el dinero de los premios y la cooperación.


IS: ¿No volvió a sentirse amenazada?


MB: Me amenazan todos los días porque hago declaraciones que molestan mucho. Hasta la Iglesia me considera non grata porque les pregunto: "¿Cómo pueden dejar morir a la gente? Ustedes deberían dar su vida por ellos, su silencio es cómplice". Es un milagro que aún esté viva. Le contaré una bonita historia.


IS: Bien.


MB: Uno de los hombres que vino a matarme hoy es mi chofer. Mientras él me apuntaba con la pistola le dije: "Eres demasiado guapo para ser un criminal. Ven y yo te enseño otro oficio que no sea el de matar, porque los que te han enviado tienen a sus hijos estudiando en Nueva York". Fue mi primer alumno del taller mecánico que creé para que los niños soldados aprendieran un oficio.

IS: No entiendo por qué no la mataron.


MB: Es un milagro. En otra ocasión detuvieron el autobús en el que viajaba. Nos tumbaron en el suelo y comenzaron a matarnos uno a uno. Cuando llegaron a mí, les dije: "He olvidado hacer testamento, acompáñenme y así le daré el dinero a alguien".


IS: La acompañaron, claro.


MB: Sí, y aproveché para preguntar a aquellos 4 jóvenes por qué se habían convertido en asesinos. En casa les di de comer y les pedí que me permitieran despedirme de mis hijos. Cuando vieron aquel enjambre de niños felices decidieron quedarse con nosotros. Nada resiste al amor, creo que ése es el secreto.


IS: Parece un cuento de hadas.


MB: Cuando me encuentro con alguien no puede evitar verlo como mi hermano, no puedo evitar querer a los demás. Cuando enterré a aquellas 72 personas no me quedé amarga. Yo amo la vida. Me levanto por la mañana y canto porque pienso que estos pocos días que tengo para vivir los tengo que vivir de pie. Estar alegre es un regalo para los otros.


IS: La alegría es contagiosa.


MB: Tengo la vocación de hacer feliz a los otros y eso es lo que me mantiene.
¿Por qué sigo viva? Porque cuando uno ama la vida, la vida también le ama.


IS: Dicen que robó las cortinas del obispado.


MB: Los niños llegan desnudos, y cuando he pedido que me envíen ropa nadie me ha hecho caso, así que descolgué las cortinas y les hice bonitos vestidos, sí.


IS: ...Y que con las banderas de UNICEF hizo calzoncillos.


MB: Yo les pedí ropa y ellos se atrevieron a mandarme banderitas porque la foto de 10.000 niños agitándolas era publicidad. Pero la mejor publicidad es que los niños no pasen hambre ni frío. En el mundo necesitamos locos que se atrevan a decir la verdad.


IS: Usted lleva a los niños a ver a los asesinos de sus padres.


MB: Si no se reconcilian con su propia historia y miran de frente la causa de sus desgracias, la ira crecerá con ellos. El perdón es el gran legado del cristianismo en un mundo que no sabe perdonar.


Publicado originalmente en www.lavanguardia.es

lunes, junio 23, 2008

Copiapó, Madrugada 136, 21 de junio del 2008

El sábado 21 de junio, celebramos la madrugada Nº 136 de nuestra comunidad, como siempre, el Espiritú santo sopló y llego un nuevo madrugador, además tuvimos visitas de Enrique Álvarez, Diacono permanente, Madrugador de El Salvador y de Claudio Bustos, cursillista, Madrugador de Antofagasta, quienes compartieron nuestra madrugada.
El tema que se desarrollo, fue una reflexión del Evangelio del domingo 22 de junio.


viernes, junio 20, 2008

Copiapó, San Francisco y la Eucaristía

Hermanos Madrugadores:
Compartimos con Uds., el aporte realizado por Boris Cantin, respecto de San Francisco de Asis y la Eucaristia.
Paz y Bien a cada uno de Uds.


sábado, junio 14, 2008

Copiapó, Fundación Madrugadores de Vallenar

Los Madrugadores de San Francisco, Copiapó, desde el año pasado se propusieron como meta de misionar, fundar nuevas comunidades en la Región de Atacama, el día 13 de junio del 208, un grupo de 20 madrugadores partimos hacia la ciudad de Vallenar, a fin de formar los Madrugadores de Vallenar, para ello, el apoyo del Padre Guido Castagna, Parroco de la Iglesia Inmaculado Corazón de María fue fundamental, ya que será en esa templo en donde serán acogida la nueva comunidad y será él quien los acompañe cada quince días en las madrugadas.
Se juntaron once nuevos madrugadores, quienes con mucho entusiasmo compartieron con nosotros, la forma de vivir la madrugada.
Luego de la misa, compartimos un grato desayuno y les entregamos un tema de reflexión acerca de los Madrugadores, que fue presentado en el Encuentro Internacional del 2006, en Bahía Inglesa. Junto con ello les hicimos entrega de un crucifjo de San Damiano, que siempre nos acompaña en nuestro quehacer de Madrugadores.
En concordancia con el lema de la Diocesis de Atacama, para el año Jubilar " Misioneros discipulos de Jesus", hemos dado un pequeño paso en nuestro camino, esperamos que el Espiritú Santo sople sobre los nuevos hermanos de Vallenar, para que sean capaces de contagiar a muchos varones de la ciudad del Huasco, para que se integren en esta forma de vida, que muchos en todo el mundo hemos adoptado desde hace un tiempo. A continuación imagenes de la Fundación.


lunes, junio 09, 2008

Copiapó, Madrugada 7 de junio del 2008, La virtud de la Generosidad

En esta madrugada, nos reunimos 43 hermanos, en la Eucaristía oficiada por nuestro Madrugador Padre Maurizio Bridio, luego de la misa, en el desayuno se desarrollo un tema por parte de Pablo Krumm, el que a continuación trascribimos:

 

GENEROSIDAD, dar a los demás lo mejor.

Definición: La generosidad es la virtud de dar y darnos a los demás de manera habitual, firme y decidida, buscando su bien y poniendo a su servicio lo mejor de nosotros mismos, tanto bienes materiales como cualidades y talentos.

La solidaridad es una denominación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, no es un sentimiento superficial por los males de tantas personas cercanas o lejanas, sino una actitud definida y clara de procurar el bien de todos y cada uno.

Meta:

Formarnos en la generosidad, el desprendimiento y en el dar lo mejor de sí, contrarrestando los efectos del egoísmo. Salir de sí mismos y experimentar la felicidad que proporciona el donarse a los demás y vivir el valor de servicio que implica una participación y solidaridad profunda con el otro.

Sólo podremos ser realmente felices haciendo felices a los demás, preocupándonos por los otros, aún si nosotros mismos nos encontramos en el sufrimiento. Y como fruto de esta comprensión y convencimiento, nos comprometemos con los demás, viviendo la generosidad y la solidaridad.

¿Por qué debe fomentar la virtud de la generosidad?

- Porque experimentaremos que hay más alegría en dar que en recibir, y podremos optar por una vida de generosidad que nos brindará una mayor felicidad y realización personal.

- Porque descubriremos que el valor de la persona no se mide por la cantidad que da sino por la alegría y la generosidad que manifiesta en sus detalles. La manera de dar vale más que lo que se da.

- Porque aprenderemos que ser generosos es saber dar, acompañando lo que damos con amor, alegría y afecto. Que se debe poner el corazón en cada acción que nos lleve a compartir y viviremos una verdadera generosidad en nuestra relación con todas las personas.

Significado de vivir la generosidad

- Dar con alegría.

- Compartir en buen modo

- Dar algo que es valioso para mí.

- Compartir mi tiempo escuchando con atención lo que otros tengan que decirme, aunque yo tenga cosas que hacer o realmente no me interese mucho lo que dicen.

- Ayudar sin que nadie me lo pida.

- Estar pendiente de las necesidades de los demás.

Lo que facilita la vivencia de esta virtud

Las virtudes de:

Servicio y las capacidades de desprendimiento y disponibilidad que nos ayudan a ser capaces de darnos en el momento que se necesite.

Alegría y amabilidad que nos lleva a ser generosos dando siempre lo mejor de nosotros.

Gratitud y hospitalidad que nos conducen a darnos cuenta de los dones que tenemos, dar gracias por ellos y compartirlos con otros.

Comprensión y responsabilidad que nos ayudan a entender las necesidades de los demás, y a sentir que somos responsables de dar una respuesta comprometida y seria ante las necesidades de los otros.

Dificultades de esta virtud:

- Ambiente de egoism9 e individualismo.

- Dureza de corazón

- Falta de oración para que nos fortalezca EL en esta virtud.

- Falta de FE en que EL todo lo puede a quien se lo pide.

EVANGELIO: “Estaba Jesús en el templo y veía como los ricos iban echando dinero en el cofre de las ofrendas, Vio también una viuda pobre que se echaba dos monedas de poco valor y dijo: “Les aseguro que esa viuda pobre ha echado más que todos los demás, porque ésos han echado lo que les sobra, mientras que ésta ha echado todo lo que tenía para vivir”. Lc 21, 1-4.

Pablo Krumm de Almozara, junio 7 de 2008